Muchas personas se sorprenden al saber la edad a la que Anastasia comenzó sus estudios musicales. Sin embargo, es una edad muy común para empezar, de hecho, es la más recomendable. Ya hemos visto que en España lo habitual es comenzar con ocho años y compaginar los estudios de música elementales y profesionales con los estudios académicos hasta acabar el Bachillerato. De hecho, ambos coinciden en duración.

De esta manera, una vez que se acaba el Bachillerato, el estudiante puede elegir que estudios cursar a nivel superior, entre los que se encuentra la posibilidad de matricularse en un conservatorio superior de música.

¿Son necesarios tantos años?

El dominio del lenguaje musical y del instrumento son trabajos que hay que orientar para toda la vida. De hecho, una persona que estudia música sabe que no dejará de hacerlo nunca, que siempre hay cosas nuevas que aprender y que siempre se debe de mejorar.

Son estudios complicados, pero que compensan por todo lo que proporcionan a nivel personal. Anastasia, por ejemplo, ha hecho de la música su profesión y para ella todo lo que le ha entregado a la música le ha sido devuelto con creces.

La mayoría de las personas que estudian un instrumento sienten que merecen la pena todas las horas de trabajo cuando al fin logran que suene como quieren y consiguen arrancar no solo melodías, lo cual es relativamente fácil, sino también sentimientos, que es donde radican las complicaciones.

Transmitir sentimientos requiere de sensibilidad, pero también de mucha preparación. Y es que de poco vale tener mucha sensibilidad dentro si no se tiene la técnica para que esta pueda salir al exterior.

¿Y si quiero empezar más tarde?

Se puede empezar a estudiar música a cualquier edad, aunque en un conservatorio solo se puede comenzar a cursar estudios elementales hasta los catorce años. A partir de ahí, hay que prepararse por libre para las pruebas de acceso a profesional.

Muchas personas no aspiran a vivir de la música, sino que para ellas es un entretenimiento, una manera de poder expresarse y de dar salida a una pasión que han tenido toda la vida. Por eso, no es raro que personas que llegan a la edad de jubilación comiencen a estudiar un instrumento, justo encontes, cuando al fin tienen tiempo libre para poder dedicarlo a sus pasiones.