Anastasia Mcqueen es la reina del saxo en Ibiza. La música es su forma de expresarse, y el saxofón, su billete de ida de Bielorrusia hasta la isla. Con él ha conseguido crear un show único en el que transmite su energía a la gente que lo vive en directo.

A los 10 años esta joven bielorrusa cogió por primera vez en sus manos el que iba a ser su mejor compañero de vida: el saxofón. «Yo quería tocar la guitarra pero mis padres prácticamente me obligaron a tocar el saxo, ¡y desde entonces no lo he soltado!», comenta entre risas Anastasia Mcqueen. Hoy este instrumento es un talismán para ella. Gracias a él, durante una actuación en Azerbaiyán conoció al que ahora es su marido. «Él estaba realizando un espectáculo de ‘flyboard’ en la piscina del hotel y decidimos juntar nuestros talentos creando un show de saxo y ‘flyboard’ que hasta la fecha es único en el mundo». Ese ha sido su billete de llegada a Ibiza, que los ha acogido con todos sus encantos, abriéndoles las puertas de los mejores hoteles y clubs de la isla. Anastasia Mcqueen ha encontrado aquí la oportunidad de establecerse como una artista reconocida, y admite que se siente agradecida por ello, «para mí lo mejor de la isla es su energía y su belleza, su internacionalidad y oportunidades para alguien como yo, que he conseguido dedicarme a lo que me apasiona».

La música es su forma de expresarse y el saxofón es su mejor aliado para ello. En sus actuaciones, trata de transmitir su energía a quien le escucha, ya sea de día o de noche, pero ante todo, «busco una cosa principal: conseguir emocionar al público para que disfrute». Dependiendo del tipo de evento, el público varía, pero la artista defiende que el fin es siempre el mismo: que la gente baile y se divierta. «Para mi es un reto personal conseguir que todo el que asiste a uno de mis shows disfrute, por ello estudio el público en todo momento y adapto mis canciones a su estado de ánimo». Con el verano a la vuelta de la esquina, Mcqueen presenta nuevo show, nuevo vestuario, y después espera terminar su primer single grabado entre Nueva York y Madrid.