Estamos en unas fechas complicada para los estudiantes debido al final de curso. Esto también se extiende a todos los que realizan su formación en los Conservatorios para convertirse en las futuras estrellas del saxofón.

Quizás, la niña que será la Anastasia del futuro está en estos momentos realizando las pruebas de admisión en algún centro de estudios. Otros muchos están preparando su admisión para realizar sus estudios superiores.

Los estudios de saxofón tienen varias salidas. Pueden formarse como músicos clásicos para tratar de entrar en alguna de las orquestas profesionales que hay en España. Cuando hay plazas libres se producen convocatorias en las que músicos de diferentes países luchan por lograr una plaza. Los músicos españoles, cada vez más a menudo, también salen para incorporarse a otras orquestas europeas.

Otra salida son las bandas de Jazz que luchan por abrirse camino en el panorama musical y que cuentan con músicos de primer nivel. También otros estilos de música cuentan con saxofonistas en sus filas, aunque ya son más minoritarios.

Las oposiciones para ser profesores de música son la salida perfecta para aquellas personas que tienen vocación docente. Pueden prepararlas para Conservatorios o también optar a dar clases en centros privados.

Por supuesto, existe el camino que escogió Anastasia McQueen, que consiste en crear un show propio y muy personal y abrirse camino como artista independiente. No es un camino fácil, pero nada en esta vida que merezca la pena lo es.

Anastasia McQueen pasó por lo mismo

Anastasia McQueen vivió situaciones similares a las que viven hoy muchos estudiantes de música que deben de elegir su camino cuando realizó sus estudios de saxofón. Comenzó siendo una niña y se sacrificó mucho para conseguir terminarlos a la vez que obtenía brillantes calificaciones en el resto de sus estudios.

Ella recuerda que para poder salir a jugar con sus amigas o a dar una vuelta cuando ya era un poco más mayor, sus padres le exigían tener sus tareas terminadas y haber tocado al menos una hora. De este modo, ella demostraba responsabilidad en su trabajo y ellos la premiaban con tiempo libre.

Anastasia aprendió así que todo lo bueno de la vida viene como consecuencia de un esfuerzo previo y que nadie regala nada. Algo que ha aplicado a todo su trabajo y que la ha llevado a destacar en sus diferentes facetas profesionales.